Mónica Seles, la famosa tenista profesional serbia, sufrió un ataque durante un torneo en Hamburgo en abril de 1993. En medio de un partido, un hombre identificado como Günter Parche corrió hacia Seles y la apuñaló en la espalda con un cuchillo, causándole una herida de 1 pulgada de profundidad. Seles fue rápidamente trasladada al hospital y se recuperó por completo del ataque.
El motivo del ataque de Parche fue su obsesión con la tenista alemana Steffi Graf, quien en ese momento era la principal rival de Seles en el circuito. Parche admitió que quería que Graf volviera a ser la número uno del mundo y pensó que al atacar a Seles podría lograrlo.
El ataque dejó a Seles traumatizada y afectó su carrera tenística. Se retiró temporalmente del tenis y no regresó a las canchas hasta 1995. A pesar de estos contratiempos, Seles logró ganar varios títulos más y sigue siendo una de las tenistas más exitosas en la historia del tenis.
El ataque a Mónica Seles es recordado como uno de los incidentes más impactantes en la historia del deporte y llevó a un mayor enfoque en la seguridad de los jugadores en torneos deportivos.
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